martes, 4 de junio de 2013

VUELTA A LA HISTORIA (Crónica 24ª de San Isidro 2013)





VUELTA AL RUEDO PARA TITO SANDOVAL, DAVID ADALID, FERNANDO SANCHEZ Y MARCO GALÁN CON UNA MALA CORRIDA DE CUADRI.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Feria de San Isidro 2013. 24ª de abono.
Toros de Celestino Cuadri para :
-       Fernando Robleño: silencio y división.
-       Javier Castaño: saludos tras aviso en ambos.
-       Luis Bolivar: silencio en ambos.
Entrada: Lleno
Vuelta al ruedo para la cuadrilla de Javier Castaño en el quinto (Tito Sandoval, David Adalid, Marco Galán y Fernando Sanchez)


Los toros de Cuadri:
·         Primero. “Jabato” Nº 38 negro de 628 kilos.
(Parado, descastado y sin fondo) PITOS
·         Segundo  “Ebanista” Nº 35 negro de 592 kilos.
(Descastado y soso en caballo, dejándose en la muleta, noble y buen pitón izquierdo) PALMAS
·         Tercero “Puntero” Nº 51 Negro de 529 kilos.
(Inválido de atrás, debió ser devuelto) PITOS
·         Cuarto “ Brigada” Nº 33 Castaño de 565 kilos.
(Encastado, con poder y sin ver en muleta y caballo. Tapado) DIVISIÓN
·         Quinto. “Pilarico” Nº 49 negro de 620 kilos.
(Noble, con movilidad y ciertas opciones en la muleta) PALMAS
·         Sexto. “Aragonés” Nº 4 Negro de 622 kilos.
(Descastado, noble y soso. Le faltó poder y raza) SILENCIO



Momento inolvidable para todos los presentes a esta tarde del 1 de junio de 2013. Vuelta histórica y exclusiva para una cuadrilla que despertó todo un San Isidro. Vuelta a la reivindicación de la lidia completa en Madrid, porque es lo que queremos todos y cada uno de los aficionados que nos sentamos más de un mes en ese cemento incómodo y duro de la plaza de Las Ventas.

Que lluevan las críticas, que hablen lo que quieran, que nos llamen de todo, qué mas da… lo importante es que esa tarde toda una plaza estuvo de acuerdo en saltarse el esquema habitual de una corrida de toros. Y es que, cuando uno se salta el guión previsto, porque algo le ha emocionado y llegado ¿Qué importa lo que te digan después?

Todo ocurrió en ese quinto toro, con el cúmulo de buenas sensaciones que nos dejaron en la corrida de Adolfo y en el segundo de esta tarde. Tito Sandoval volvía a bordarlo a caballo, Galán pausado y templado corría la mano estupendamente en la brega de Pilarico, y Adalid y Sanchez ponían patas arriba el manicomio en el que se había convertido Las Ventas. Bendita locura!!! Porque es cierto que los pares fueron mejores en otras tardes, y que el tercio de varas no fue redondo por la poca casta del cuadri, pero esa vuelta es merecida por el conjunto de las dos tardes, por las complicaciones de hacerlo antes dos ganaderías muy complicadas para lidiar… y al que le joda, que aguante.

Porque hacía muchísimo tiempo que no veía una plaza tan entregada. Juraría que la última vez fue con la despedida de otro grande, el fantástico y torerísimo Luis Francisco Esplá. Lágrimas en los ojos de muchos, pelos de punta, gritos de “torero” “torero”, una sensación de volver décadas atrás… sensacional sin más. Para mi, el mejor momento de la feria.

Y eso que la corrida de Cuadri salió muy por debajo de lo esperado. Fue una corrida tremendamente bien presentada, baja en casta, sin fondo y vacía de bravura. Una decepción tanto para el ganadero como para la afición, que la esperaba con ansia.

Tan solo me gustó ese famoso Brigada, toro con historia ya en Madrid, al que esperábamos como si de un actor famoso se tratase. Salió de chiqueros y sonaron las palmas para él. Un señor Cuadri castaño y serio por donde le miraras. Parado y buscando de salida, con algún que otro regate, y empujando con casta y fuerza aunque a media altura en el peto, siendo amasacrado en la segunda vara. Robleño le tapó por todos lados, ahogando y sin dar sitio a un animal con poder y fuerza. A mi parecer nos quedamos sin verle. La fea estocada fue merecedora de pitos.
Es cierto que no hemos visto al Robleño de otras tardes. Muy encimista tanto con los cuadris como con los de escolar de principios de feria. Pasó sin decir nada en sus dos tardes y aunque no tuviera lote estamos acostumbrados a verle bregar y luchar con toros importantes. Mala feria para el madrileño.
Su primer toro fue un cuadri largo como un tren, soso y bajo de casta, que protestó como pocas veces se ve en esta ganadería en el caballo. Parado y sin romper en la muleta, abreviando para alivio de todos.

Bolivar también pasó sin decir mucho por Madrid. San Isidro que se jugaba en esta única tarde, ganada a pulso tras su buenísima actuación con ese Comino en Castellón.
Todos esperábamos de nuevo un buen encuentro entre el colombiano y los cuadris, aunque poco interesante pasó.
Su primer toro, tercero de la tarde, fue un animal lesionado de la pata trasera izquierda. Al parecer toda la plaza lo vio menos el presidente, que hizo caso omiso a las protestas de la gente, si, aquellos que pagamos por ver un espectáculo integro.
El sexto fue otro animal muy bajo de casta, que no se empleó en varas, y que resultó hasta nobletón en la muleta, picotera y ventajista del colombiano.

Castaño en cambio se llevó el lote más potable de la corrida. Debido quizás y casi seguro a sus buenas lidias llegaron con nobleza y posibilidades a la muleta. Qué importante es saber lidiar a un toro dios mio.
Su primero, “Ebanista”, un señor toro, se dejó y bien por el pitón izquierdo, yendo largo y humillado. Salió parado de chiqueros y no logró avivarse en el peto, donde le dieron más bien poco. Tras una buena lidia de Galán y un sensacional par de Fernando Sánchez (superiores a los de David) llegó con nobleza y cierta boyantía a la muleta. Excesivamente cerrado en el tercio y con demasiadas cercanías se desarrolló la faena de muleta. Me hubiera gustado ver al toro más abierto y con terreno de por medio. Para mi el toro tuvo más que torear.

El quinto fue el toro de la locura, aunque este no pasara de mediocre y descastado. Fue un bicho con movilidad y muy bien tratado en todo momento, lo que favoreció a que llegara con son y obediencia a la muleta de Castaño, que de nuevo volvió a estar encimista. Es cierto y no niego que se la jugara ante un animal para nada fácil, buscando quizás el arrimón y la atención del público. Pero yo espero más, y me gusta ese Javier que les cita de 20 metros y aguanta impávido las acometidas con la pierna adelante. La inseguridad de la cornada de la mano creo que influyó en todas las faenas de muleta de su San Isidro.
Quitando estas pegas siempre estaré agradecido a un torero que deja lucir a su cuadrilla y al toro. Me parece de un auténtico TORERAZO y AFICIONADO el dejarnos ver siempre al toro, con la valentía de que se pongan  de su parte. Detallazo al animar dar la vuelta al ruedo a la cuadrilla, sabiendo que te pueden ganar el protagonismo. Por eso yo no me olvido y en este blog doy las gracias a este torero, porque gracias a él podemos ver estos espectáculos y estas lidias tan completas que tanto gustan en los tendidos.

Y esto es todo y con esto finalizamos este San Isidro tan pesado y poco constructivo.
Nos vamos con la idea de que todavía existen toreros como los de antes, que tienen en su idea lidias completas. Por ello me quedo con un sabor agridulce de esta feria. Veremos que tal se da Arte y Cultura.

Un saludo

Borja González.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro que hayamos compartido en la plaza las mismas emociones

Un saludo
J.Carlos

castaybravura dijo...

Lo mismo digo J.Carlos.
Un placer que estemos de acuerdo, ya sabes!