lunes, 30 de marzo de 2015

LA APUESTA SALIÓ CARA (Crónica Encerrona Iván Fandiño)




Foto: las-ventas.com


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
29 de marzo de 2015. Primera de la temporada. Domingo de Ramos
Toros de Partido de Resina, Adolfo Martín, Cebada Gago, José Escolar, Adolfo Martín (bis) y Palha para:
-       Iván Fandiño: silencio, silencio, silencio, pitos tras aviso, silencio y pitos.
Entrada: Lleno de “No hay Billetes”

Nota: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo de los Alpes. Fandiño se vio obligado a saludar tras el paseíllo, recibiendo una fortísima ovación.
Ovacionado el picador Israel de Pedro por su tercio de varas al cuarto. También aplaudido Rafael Agudo. Se desmonteraron los banderilleros Roberto Martín “Jarocho”, Javier Ambel y Victor Manuel Martínez en la lidia del cuarto.

Los toros lidiados en la encerrona:
·         Primero. Partido de Resina. “Medallito II”, nº 24 cárdeno de 484 kilos. (Pitos)
Ovación tremenda de salida. Imposible ser más guapo. Serio, cuajado y entipado. Flojo y descastado, debió ser devuelto a corrales.
·         Segundo. Adolfo Martín. “Azafato” nº 24 cárdeno de 483 kilos (División)
Palmas de salida. Muy serio y con mucha cara, empujando con un pitón en varas y sin llegar a cumplir en la segunda, breve. No anduvo sobrado de fuerzas. Embestidor, humillador y no aprovechado.
·         Tercero. Cebada Gago. “Primillo” nº 7 melocotón de 470 kilos (Pitos)
Otro toro precioso de lámina. Manso y aquerenciado, de embestida descompuesta y bajo de casta.
·         Cuarto. José Escolar. “Curioso I” nº 11 cárdeno de 562 kilos (Ovación)
Leves palmas de salida. Cuajado, muy largo y de hechuras perfectas. Pronto y acometiendo en una buena primera vara, y arrancándose desde los medios aunque no acabando de cumplir en la segunda. Encastado y con mucho que tocar.
·         Quinto. Sobrero de Adolfo. “Malagueño” nº 14 cárdeno de 488 kilos (División)
Sale como sobrero, tapado por la cara y con hocico de rata. Encastado y de poco recorrido. No quiso verlo Fandiño.
·         Sexto. Palha. “Bonito” nº 149 negro de 525 kilos (Pitos)
Mal presentado y con un pitón dañado. Pronto y con acometividad en tres entradas al caballo, sin empujar en el peto. Acaba rajado en la primera tanda de muleta. Descastado y sin fondo.



Se le hizo un mundo a Iván, un tren al que nunca llegó a subir, con dudas, muchas dudas, y un final que nadie deseaba. Bronca de despedida a un torero que apostó por el aficionado, por la diversidad de encastes y por la revolución del toreo. Una bronca que duele y daña la imagen del vasco, que ni apareció por Madrid en el Domingo de Ramos. Olvidó lo poco aprendido en el campo, o quizás no tuvo la preparación suficiente para plantear a cada toro lo que necesitaba, porque ante estas apuestas las ideas y la teoría deben estar muy ligadas. Una vez pasado a la práctica uno debe tener corazón y ganas, algo que no ha mostrado Fandiño en ninguno de sus seis toros. La garra, valentía y arrojo que tantas tardes le hemos visto en Madrid hoy no ha aparecido, y es justo decirlo. La ilusión que llevábamos algunos tras leer sus palabras de vida o muerte se diluyó a medida que avanzaba la tarde. Iván no reaccionaba, y el ogro venteño acabó comiéndose al león.

Era una apuesta seria, de torero valiente. Una corrida que levantó la mayor expectación que se recuerda en un mes de marzo en Madrid. Los comercios, restaurantes y bares de la zona se desbordaban literalmente ante la marea de gente, aficionada a los toros, que discurría desde horas matinales por la zona de Ventas. Eran las diez y cuarto cuando se acababan las entradas para el tan solicitado sorteo de por la mañana. Seis toros ya conocidos por todos en las redes sociales, que atraían a miles de personas a la capital, venidos de todos los puntos de España e incluso Francia. Seis toros que se convertían por una vez en mucho tiempo en protagonistas íntegros del espectáculo. Medallito, Azafato, Primillo, Curioso, Garduño y Bonito, que sustituía a última hora a Camarito, del que espero recibir noticias pronto. Esa fue, es y será la grandeza de esta fiesta.

A las 6 en punto se colgaba el cartel de “No hay Billetes”, algo que muy pocos imaginaban meses atrás. El ambiente era un espectáculo y la ovación atronadora al aparecer el de Orduña fue de las que guardas para siempre. La gente en pie expresaba mediante palmas las ganas de ver este tipo de gestos, la petición de 24.000 personas por la defensa de la diversidad de encastes, la lucha contra el monopolio Domecq y la hombría de aquellos toreros que no hacen ascos a nada. Madrid quiere toro y el lleno fue el manifiesto más real y objetivo que podría haber. Minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo de los Alpes, interrumpido en varias ocasiones por energúmenos puestos hasta el culo, que no mostraron el respeto que merecía ese pequeño pero bonito homenaje a los fallecidos. Y de nuevo ovación para sacar a saludar a Iván, con toda una plaza en pie, rindiéndose al héroe que se enfrentaba a seis bestias, guste o no.

Salía en primer lugar el guapo y armónico toro de Partido de Resina, antiguo Pablo Romero. Medallito portaba dos leños que quitaban el sentido a más de uno. Comenzó entonces a tambalear de lado a lado, con las manos excesivamente abiertas, y con una muestra de falta de fuerzas. Las protestas comenzaban a sonar en los tendidos, que aunque no lo crean dejan a un lado sus preferencias ganaderas. Cuidó Iván las embestidas del cornúpeta, que se deslizó con clase por momentos al natural, sin ligazón y con claras intenciones de buscar la colocación. Falló a aceros y recibió silencio, mientras que el bello animal se iba entre pitos.

El segundo fue un toro con posibilidades de triunfo. Veleto, ligero de carnes, bajo y herrado con el hierro de Adolfo. Bueno el recibo capotero, excesivamente metido en tablas, de donde le costó salir en toda la tarde al vasco. Se gustó en el galleo, llevando el toro al peto, donde empujó con el pitón izquierdo, sin llegar a cumplir. Se deslizó bien en la brega y apostó Fandiño brindando al público, sin pensárselo un solo minuto. Con la diestra comenzaría, sin probaturas, con una tanda jaleada y emocionante, en línea y llevando bien al animal. Sería este el punto clave de la faena, cuando opta por cerrar al toro más al tercio, sin ninguna explicación. Fue entonces cuando llegaron los enganchones, el agobio por encimismo y la falta de acople entre ambos. Acabó apagándose el de Adolfo y diluyéndose sin atacar Iván, quien tuvo en este segundo la oportunidad de lujo para convencer y creer.

Cebada saldría en tercer lugar, abanto y aquerenciado, sin apretar en varas y con embestidas desiguales. Se defendió con la cara alta en banderillas y llegó con uniformidad a la muleta del vasco, que no supo como meter mano a Primillo. De nuevo terrenos no favorables, sin una faena clara, con pases sin sentido y excusas que empezaban a cansar al tendido, que comenzaba a hacer sonar los primeros pitos.

“Curioso” levantaría la tarde en la suerte de varas, con dos arrancadas firmes y por derecho, apretando bien en la primera y acudiendo al peto desde los mismos medios en la segunda vara, con un espléndido Israel de Pedro. Es cierto que no llegó a empujar en esta segunda, pero el ver acudir a un toro desde esa distancia bien vale una entrada. Es de agradecer a Iván que nos dejara ver los toros en el caballo, dando siempre sitio y ventajas, algo que gustó y mucho a la plaza, que se puso en pie para despedir a Israel, que formó un auténtico alboroto. Iría en aumento con la lidia de Javier Ambel, que vuelve a mostrar la grandeza que tienen sus muñecas. Jaleado como una verónica fue ese tercer lance, corrido hacia atrás y totalmente mandado, para abrir y alargar la embestida alegre del Escolar. Saludaron todos al finalizar el tercio, en lo que fue la mejor lidia de la tarde.
Curioso no fue fácil, y Fandiño de nuevo no escogió los terrenos que pedía el animal, al que creo no llegamos a ver en la muleta. Cerrado en terrenos del seis, perpendicular a tablas por momentos, al hilo y de nuevo muy encima del toro. La gente se impacientaba y el resultado no llegaba. Cada vez se veía un Fandiño más apático e inseguro, frio y endeble. Una contradicción de lo que todos conocemos.

El Victorino sería devuelto por lastimarse los cuartos traseros tras un emotivo y bravo encuentro con el caballo. Qué manera de meter riñones, y que fijeza en el peto. En su lugar salió un novillete con mucho cuerno de Adolfo, tapado por dos leños muy astifinos. Malagueño apretó en el saludo capotero y medio cumplió en varas, para llegar con fuerza y casta a la muleta insegura del de Orduña. Completamente perdido y ya si, fuera de la corrida, abrevió sin sacarle ningún provecho, tras ver como se quedaba corto por ambos pitones. La faceta lidiadora de Iván quedaba bajo sospecha y Malagueño se iba sin ser sometido entre una nueva división.

Por último cerró Palha, con algún sonido de viento desaprobando su presencia. Basto, de poca cara y feas hechuras. Pronto y veloz en el peto, sin emplearse, y rajado y apagado en la muleta. Desastroso planteamiento de Fandiño, que estaba pensando ya como abandonar la plaza, sin poder alguno, con pasos de retroceso y sin seguridad en lo que estaba haciendo, que ni él mismo se lo creía. Tampoco atinaría con la espada.

Abandonó la plaza con una fuerte división en los tendidos. Por un lado los que no valoraron el esfuerzo y el mérito de la cita, y por otro los que a pesar del malísimo resultado, creyeron conveniente el agradecer el gesto, sin necesidad alguna, que había creado. Recordemos que él ha conseguido congregar fuera de feria a más de 24.000 personas en una plaza de toros, dando el protagonismo que merece el animal bravo. Quedémonos con la parte positiva de todo esto, el ambiente insólito que se ha vivido en Madrid y demos un voto de confianza al que sabemos debe estar tirándose de los pelos. Le ha venido muy grande la encerrona, como ya le pasó a toreros como Abellán o Talavante, pero no olvidemos el propósito y objetivo de esta fecha.

Un saludo
Borja González


domingo, 22 de marzo de 2015

Varea, Ginés y Valadez, los tres novilleros de la feria. (Resumen final de Fallas)



    Fotos: Rullot


Tres fueron los novilleros que destacaron en la primera feria fuerte de la temporada. Valadez, Marín y Varea mostraron credenciales suficientes como para apostar por ellos. Cada uno con su propio concepto del toreo, pausados, templados y con condiciones suficientes como para apostar por su futuro.

Las novilladas de Gibaja y Parralejo, bien presentadas, crearon interés a una afición que no se dejó ver por la plaza. Fuerte, seria y correosa resultó la de Gibaja, con varios novillos encastados y con mucho que hacer. La del Parralejo, en cambió, desilusionó a los que la esperábamos, por floja, descastada y aburrida. Nos perdimos esos novillos con picante y gran condición, en la que fue sin duda su peor novillada.

Varea se haría con el premio al mejor novillero tras cortas las dos orejas del sexto de una floja novillada del Parralejo. Faena templadísima y elegante del castellonense, sin apenas enganchones ni tirones bruscos, toda ella despaciosa y vertical. Dos orejas que muestran la evolución tremenda de este torero en el último año, con un capote sólido y personal, del que destacó una gran media. Con la muleta se le ve tremendamente firme y sobre todo templado. La estocada entera y el tirón de los paisanos le valió las dos orejas.
Menos opciones tuvo con el tercero de la tarde, apagado y totalmente inválido.
Se le atisba futuro a Varea, aunque sigue dejándome frio. Y es que en el mundo del toro, o te llega o no te llega.

Ginés Marín cortó una del quinto y perfectamente pudo arrancar otra del manso y grandón segundo bis, de no ser por la escasa petición que tuvo la faena, quien sabe si premeditada por los autobuseros levantinos.




Firme y profesional con el sobrero, un Parralejo grandón y manso, que no puso las cosas fáciles al gaditano. Y es que a pesar de la clase de los novillos se esperaba mucho más de la novillada de Pepe Moya, excesivamente blanda y bobalicona, propicia para el triunfo y salvada por la buena condición de primero y sexto.
Cortaría la oreja del quinto, otro flojo y descastado novillo, al que le faltó oxigeno y casta para tirar hacia delante. La nobleza y el buen trato de Ginés, quien por momentos se abandonó en derechazos, hizo que la faena fuera a más, por el gusto y sentimiento que puso Marín en cada uno de sus muletazos. Estupendos los naturales y preciosos los remates por bajo. Se sintió el torero y lo sentimos los aficionados. Una pena el poco motor que tuvieron sus oponentes, ya que rebajaron la faena a un mero trámite.

Por última Leo Valadez, gran sorpresa de la feria sin ninguna duda. Presentación con picadores en una plaza de primera y faenón al encastado sexto de la tarde. Un auténtico recital de toreo fresco y natural, sin alardes ni retorcimientos, asentado y con una izquierda que va a dar muchísimo que hablar. Faena para mi de dos, aunque finalmente quedó en una. Variado de capote, voluntarioso y fácil en banderillas y con un concepto puro y encajado con la muleta. Ojo al mexicano porque puede dar guerra. Sin duda una gran noticia para los hidrocálidos.




Espada, Climent y Expósito, quienes completaban los carteles, no pasaron de voluntariosos.
En la interesante y seria novillada de Gibaja pudimos ver a un Espada distante, frio y sin el sitio que le vimos en su presentación en Madrid. La voltereta tremenda en el saludo del cuarto le dejó totalmente ido para su faena de muleta, meritoria y castigada con un terrible viento. Climent cortaría la oreja más pobre de la feria, pedida por sus paisanos, quienes bajo mi punto de vista no hacen un gran favor. Y Expósito tuvo un lote para poner la plaza patas arriba. Dos novillos dulces y bobalicones, carretones para empalagar a la mismísima Valencia. No estuvo bien, para que negarlo.

Esto fue todo lo que sucedió en las dos novilladas, mal colocadas, de la feria de Fallas.
Un ciclo pobre que pone su fin con el cabreo de más de uno. Impresentables las corridas, impuestas por el monoencaste, que de nuevo vuelve a dejar claro que no siempre embiste. La falta de casta y fuerza ha predominado en todo el ciclo, la sospechas en los pitones han sido más que evidentes y el aburrimiento y falta de emoción tarde tras tarde no hay más que verlo. Que se lo haga ver el productor porque las excusas ya se van acabando.

Ni un toro bravo y completo, aunque nos quieran pintar el bobalicón y noble Cuvillo fue meritorio de vuelta al ruedo, ni una suerte de varas en condiciones… una auténtica “papanata” de toreo moderno, toro chico y billete grande. Un tentadero de salida a lo que espera en esta temporada, de la que pocos puertos serán de 1ª categoría.



Por su parte la Diputación a fallado sus premios:
-       Triunfador de la Feria: El Juli
-       Mejor faena: Morante de la Puebla
-       Mejor estocada: Sebastián Castella
-       Mejor toreo de capa: Daniel Luque
-       Mejor rejoneador: Andy Cartagena
-       Mejor novillero: Varea
-       Ganadería triunfadora: Desierto
-       Mejor toro: “Juncoso” de Nuñez del Cuvillo
-       Mejor brega: Carretero
-       Mejor par de banderillas: Trujillo

-       Mejor picador: Desierto (y no me extraña, no hemos visto un puyazo en toda la feria)




jueves, 19 de marzo de 2015

TODO SALIÓ COMO ESPERABAMOS (Crónica 8ª de Fallas 2015)




Foto Arjona

NOVILLADA DESIGUAL DE GARCIGRANDE Y SEIS OREJAS PARA TERMINAR CON EL FESTIVAL


Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas 2015.
Octava de abono. 19 de Marzo de 2015.
Toros de Garcigrande (2º y 6º) y Domingo Hernandez para:
-       Finito de Córdoba: saludos tras petición y aviso y silencio.
-       El Juli: dos orejas y dos orejas tras aviso.
-       Miguel Angel Perera: oreja tras dos avisos y oreja tras aviso.
Entrada: Tres cuartos.

Los novillos lidiados como corrida de toros en el día de hoy:
·         Primero. “Tango” Nº 101, Colorado de 521 kilos. (Palmas)
Mal presentado, flojo y noble. Gran clase y humillación.
·         Segundo. “Portentoso” Nº 71, Negro de 526 kilos (Palmas)
Impresentable y protestado de salida. Embestidor, sin picar y carretón.
·         Tercero. “Madrugador” Nº 127, Castaño de 533 kilos (Silencio)
Impresentable. Descastado, manso, sin fondo y sin picar.
·         Cuarto. “Treinta y uno” Nº 129, Negro burraco de 505 kilos (Silencio)
Mal presentado. Chico, con movilidad y sin acabar de romper. Noble.
·         Quinto. “Acogido” Nº 52, Negro de 570 kilos (Ovación)
Engatillado y cómodo. Con fondo, clase y entrega. Mucho fondo.
·         Sexto. “Camomilo” Nº 75, Colorado de 503 kilos (Silencio)
Mal presentado, chico, manso, embestidor y rajado.

Nota: Corrida impresentable por chica y cómoda. Ningún toro cumplió en varas pero varios de ellos dieron posibilidades y juego en la muleta.


El lio estaba montado ya desde por la mañana. Las fotos de la indecorosa y vergonzosa novillada que Garcigrande y los figurines llevaban a Valencia causaba el enfado del sector más crítico y activo de la tauromaquia. Como broche a las corridas de Fallas se aprobaba una auténtica becerrada, de reciente o dudoso aniversario y de inaceptable presencia para la que dicen, según reglamento, es plaza de primera.

La segunda preocupación llegaba a las 5 de la tarde, momentos después de la agresión de un grupo de antitaurinos a una sexagenaria aficionada che, de la cual ni se espera respuesta policial. Los apenas tres cuartos de entrada vaticinaban la primera bofetada de los figurantes, que no figuras del toreo. Señores que tienen la poca vergüenza de exigir altísimos cargos en su contrato, toretes de carril y compañeros de cartel, para luego no conseguir ni un lleno en el que se supone es el día más fuerte de Fallas. Algo están haciendo mal, pero que ellos solos descubran el por qué.

Y contentos salieron los que presenciaron ese festival, con seis orejas en los bolsillos y un triunfo que causará furor en los portales taurinos, quienes tapaban la graciosa corrida que esperaba en los corrales de la calle de Xátiva.

Cuatro cortaría Julián, al que algunos acostumbran por llamar “el de los gatos”, por qué será. Faena de risa a su primero, un eral de felina embestida y lamentable figura, al que apenas picaron en varas. Faena de trallazos y acelerones, interrumpida por el fuerte viento, que condicionó en demasía la tarde del santo. Julipié eficaz, y dos pañuelos en el palco, al que poco o nada costó sacar la mano.
Las dos de su segundo tuvieron más mérito, sin ninguna duda. Animal más apretado, engatillado y embestidor de Garci”chico”, con motor y clase como para armar un taco, estupendo por el izquierdo y más brutote por el derecho. Genuflexos y buenos los doblones de comienzo, para poder a toro y viento, grandes aliados en esta faena. Poderoso, capaz y retorcido el madrileño, tragando las embestidas del cornúpeta, que se crecía cuanto más abajo veía la muleta. Hubo momentos de encaje y riñones, algo raro en Juli, pero abundaron los muletazos de despedida, para las afueras, y los toques bruscos y antiestéticos que tan poco gustan en el de Velilla. El bajonazo final, tras una faena de trece minutos, emborronan la más que dudosa segunda oreja.

Perera saldría arrollador y con ganas de pelea en el sexto, otro boyante y embestidor, aunque sin picar, toro de Garcigrande. Perfilero, sin cargar la suerte y templado, muy templado a pesar del viento. Faena que no acabó de redondear por el poco fondo del animal, el cual tragó muletazos largos y rastreros, acabando rajándose antes de lo esperado.
Otra cortó anteriormente al bobo y descastado tercero, de nulo trapio y pobre lámina. Lastimita daba verle trotar detrás de las telas, acabando rajado y con la cara por las nubes mientras Miguel Angel se entretenía sin moverse un ápice con él en circulares. Penosa y humillante imagen la del poder del torero y la descastada y aburrida embestida del castaño. Nunca entenderé estos arrimones.

Y el toreo cadencioso, profundo y sentido lo haría Finito con su primero, el de más clase y boyantía del encierro. Un coloradito de buenas hechuras y cómoda cara, que no peleó en varas, pero que se deslizó con nobleza en las telas del catalán. Lineales y despedidos los derechazos de tanteo, y superiores los naturales, ahora si toreados de las tandas siguientes. Bonitos los remates encajados por bajo y pintorescas las salidas en la cara del toro. Todo ello no sería suficiente para tocar pelo, en parte por la falta de acople e interrupción del viento, y quizá también por la falta de ligazón que tanto se pide hoy en día, aún sin tener en cuenta el trazo y composición de esos muletazos.
Con el cuarto, un minúsculo burraquito de impecables hechuras de novillada, pegaría la espantada como él solo sabe hacer. Su salida de la suerte a lo “Curro Romero” enfadó al frio tendido valenciano, que le castigó con una pitada.

Mañana dará comienzo la parte de novilladas de la feria. Que nadie se asombre si entre el novillo de mañana y el toro de hoy no notan grandes diferencias. Seguramente salgan novillos con más trapío que estos seis días. Así está esto por Valencia.

Un saludo

Borja González.

OJO CON ESTE TALAVANTE! (Crónica 6ª de las Fallas 2015)



Foto: Arjona


Nuevo desastre ganadero, y van seis de seis.


Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas 2015.
Sexta de abono. 18 de Marzo.
Toros de Zalduendo (1º bis) para:
-       Rivera Ordoñez “Paquirri”: silencio y silencio.
-       Morante de la Puebla: pitos y saludos tras aviso.
-       Alejandro Talavante: oreja con petición de la segunda y silencio.
Entrada: Más de tres cuartos.

Los toros de Zalduendo fueron los siguientes:
·         Primero. Sobrero. “Viajante” Nº 121, Negro de 500 kilos (Silencio)
El menos malo de la corrida. Feo e impresentable. Noble y embestidor.
·         Segundo. “Infractor” Nº 35, Negro de 535 kilos (Pitos)
Bien presentado, manso y sin un ápice de casta.
·         Tercero. “Superior” Nº 158, Negro de 520 kilos (Palmas)
Serio y alegre en sus inicios. Acabó soltando la cara. Noble y con fondo.
·         Cuarto. “Venerado” Nº 193, Negro de 505 kilos (Silencio)
Impresentable, sin cara ni casta. Manso y flojo.
·         Quinto. “Tropelio” Nº 143, Negro de 540 kilos (Pitos)
Auténtico mulo de carretas. Imposible.
·         Sexto. “Velamen” Nº 201, Negro de 548 kilos (Pitos)
Otro atropello al toro bravo. Descastado, manso y vacío.


Set completo de descaste y debacle ganadera. ¿Qué pensarán hombres como Fernando Cuadri, Victorino Martín o José Escolar al ver esos animalejos deambular por el ruedo de Valencia? ¿Qué se les pasará por la cabeza al ver que 36 toros, que no son pocos, no han dado la talla en una feria de primera? ¿Alguien se lo explica?

Nuevo fracaso estrepitoso del toro light, el que supuestamente embiste y da triunfo a los toreros. Un encierro con sospechosas defensas, desiguales hechuras y pésimo juego. Seis animalejos que protestaron en varas, donde fueron levemente pegados, y que llegaron a la muleta cogidos por alfileres. Tan solo el horrendo sobrero tuvo opciones de una faena decente, pena que Paquirri mostrara menos recursos que hace dos años, cuando tampoco iba sobrado, pero siempre se ha dicho que no hay que pedir peras al olmo. También se dejaría el tercero de la tarde, de los más serios de la feria, aunque no aceptara de buena manera los cites bajos y en redondo de otro torero que está de dulce, Alejandro Talavante.

Fue éste el nombre del festejo. Torería, saber estar y valor, que nos gustaría ver ante otro tipo de animales. Exquisito y variado con el capote, sin dudarlo por tijerillas en el tercio. Qué bien conocen la bondad de los Zalduendo y qué pronto se disponen a juguetear con ellos, sin necesidad de parar, poder y mandar, y es que este tipo de toro comprado ahora por el multimillonario mexicano, ya sale reconducido de corrales. El burel de las figuras, el que no necesita ahormar su fuerza ni medir su bravura, el que como un cordero persigue sin fundamento ni garra los trapos, sin miramiento ni casta alguna. Manantial de nobleza y boyantía al límite de sus fuerzas. Una auténtica vergüenza de animales.
Paquirri volvería tras su atropello en Olivenza, dañado y malherido, y a dios gracias que no nos deleitó con su espectacular tercio de banderillas. Desfondado y sin recursos, amedrentado y con muchas dudas, sin salir del tercio excusado por el viento y sin juego en sus manos, que aunque fuera por dinastía bien deberían llevar aromas de toreo. Dos faenas sin teoría ni práctica, carentes de todos los principios que marca la tauromaquia. Un puesto totalmente desaprovechado que bien hubieran aceptado muchos otros jóvenes a los que debemos dar paso.

Morante abreviaría con el geniudo y asqueado segundo, un toro bien presentado, algo escurrido y con fuerte cara. El viento fue la excusa perfecta para que el de la puebla, entre pitos, huyera a por la espada. El toro no merecía más honores pero la dignidad y profesionalidad de un torero queda por encima de todo ello.
Con el quinto quiso gustarse, agradando así a sus fieles y subjetivos seguidores, que sin motivo alguno jaleaban los muletazos enganchados y plomizos del sevillano. Enfrente un buey de carreta, con menos gracia que Arguiñano, sin fuerza ni ganas de vivir, cansino y plomizo como el torero, que se empeñó en sacar agua de un pozo sin fondo. No se dará cuenta que ante esos armarios son ante los que hay que abreviar. Listo de él.

Y Talavante volvió a mostrar que está en un momento más puro que nunca. Parece y espero que haya encontrado por fín su tauromaquia, porque sin duda es la más natural, vertical y artista que se le recuerda. Improvisado, templado y con la valentía que siempre porta. Desafío más al viento que al parado Zalduendo, pero su inicio con cartucho de pez, ligado con dos soberbios naturales fue el anticipo de una faena luchada y sentida. El viento emborronó la obra, a la que volvió a faltar toro, bajo de casta y motor, pero obediente a los cites del extremeño. Las cercanías sin dominio de su muleta contentaron al festivo público, que pidió la segunda oreja tras un bajonazo efectivo.
Con el sexto quedaría inédito. Un animal seco, manso y deslucido, regordío y sin remate de la ganadería de la FIT. Lo mejor fue por tanto abreviar y pensar en la próxima.

Y esto fue todo lo que ocurrió. Lo esperado. Zalduendada de órdago y empezando a firmar ya el contrato de 2016. Así de injusto y de mal está el sistema.

Un saludo
Borja González.


miércoles, 18 de marzo de 2015

LA TORERÍA DE URDIALES (Crónica 5ª Fallas 2015)




Foto: Arjona

Quinto deplorable encierro en Fallas y toreo caro del riojano

  
Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas 2015.
Quinta de abono. 17 de marzo.
Toros de Alcurrucén para los diestros:
-       Juan José Padilla: saludos tras aviso y saludos.
-       Miguel Abellán: vuelta tras petición y silencio.
-       Diego Urdiales: saludos tras aviso en ambos.
Entrada: Media plaza.

Los toros de los Lozano fueron los siguientes:
·         Primero. “Sucesor” Nº 101, negro listón girón de 550 kilos. (Silencio)
Manso y justo de casta. Mal lidiado y poco aprovechado.
·         Segundo. “Rompecharcos” Nº 54, berrendo en colorado de 536 kilos. (Leves palmas)
Guapo de lámina, manso y embestidor en la muleta. Humilló mucho.
·         Tercero. “Flautista” Nº 24, negro listón de 555 kilos. (Silencio)
Terriblemente manso y descastado. Se dejó en la muleta, con feas embestidas.
·         Cuarto. “Clarinete” Nº 3, colorado bragado de 550 kilos. (Pitos)
Precioso de hechuras y entipado. Enfermo e incapacitado para la lidia.
·         Quinto. “Barbito” Nº 114, colorado bragado de 541 kilos. (Leves pitos)
Manso y poderoso en las telas, con fuerza y motor. No acabó de entregarse.
·         Sexto. “Escribano” Nº 92, castaño chorreado de 575 kilos (Pitos)
Grandón y pesado, manso y reservón. No valió un duro tras pararse en varas.

Nota: La corrida manseó en extremo y recibieron buenas varas todos ellos. Sin duda la corrida a la que más se ha pegado en esta feria.


Qué poco le hizo falta a Diego Urdiales para poner a todos de acuerdo. Con qué poco se conformó el riojano para desplegar todo un recital de toreo pulcro y asentado. Faena de quilates a un marrajo de los Lozano, que ni con esas rompió de verdad para delante. Naturales soberbios al ralentí ante el berrido de los valencianos, que comprobaban la torería tan escondida y machacada de este veterano torero, que nos hace confiar y salir para delante ante tanta mediocridad.

Once tardes le valieron en 2014 para doctorarse como uno de los predilectos del aficionado. Once tardes de esfuerzo y entrega, tres en Madrid y todas ellas ante toros serios y encastados, o por lo menos sobre el papel. Porque a Urdiales le sobran motivos para pelear con los de arriba, ya que tiene la torería suficiente como para plantar cara al mismísimo Morante, lo que hace falta es tener los bemoles de enfrentarse cara a cara a este león riojano, quien tiene las cosas demasiado claras. Hasta el mismísimo Curro Romero nos avisaba del poder de este torero. Otros como Talavante o Juli afirmaban por las redes sociales que no se puede torear mejor. ¿Qué diablos tiene que pasar para que este señor esté en todas las ferias? A mi que me lo expliquen.

Corrida de nuevo pésima la lidiada en Valencia. Mansa, descastada y muy acobardada. Encierro de bellos pelajes y fuertes hechuras, cómoda de cara pero con años de seriedad y cuajo. Corrida que no cumplió en varas y que resultó muy dispar en la muleta. Tan solo el segundo mostró las virtudes del buen nuñez, el que rompe y transmite en la muleta. Lo demás fue una “lozanada” en toda regla, cuyo ganadero se mostraba satisfecho con el resultado. ¡Qué poca dignidad!
Abría la tarde el ciclón de Jerez como llaman algunos. Padilla volvía a estar anunciado en un cartel de primera, como si su toreo mereciese tales reales. Anduvo lamentablemente mal con el primero, entre mantazos y carreras, sin temple alguno, y con la técnica marrullera de sus épocas pasadas. Cuadró bien en banderillas al cuarto, antes de que muriera fulminado en los medios, sin opciones para el triunfo. El torero se mostró contrariado ante la inoportuna reacción del burel.

Abellán volvía a tierras del Levante tras su triunfo en Julio, donde salió herido y victorioso. No tuvo la suerte de aquel día, y tampoco estuvo a la altura de las circunstancias. Despegado y ventajista anduvo con el primero, al que consiguió meter en la canasta, tirando de veteranía y técnica, acertando en terrenos y distancias. Falló el espacio creado entre toro y torero, y por consiguiente la falta de emoción en los tendidos. Pudo aprovechar mucho mejor al berrendo, que acabó embistiendo largo y humillado por ambos pitones. La petición fue insuficiente y la vuelta unánime.
El quinto sería el más complicado de esta descastada corrida de Alcurrucén. Animal con motor y muchas complicaciones, que no fueron solventadas por el madrileño. Embestidas desiguales y comprometidas del colorado, y de nuevo poco ajuste de Miguel, que fue consciente de que la cosa no rompía.

Urdiales mostraría los mejores momentos de las Fallas hasta lo que llevamos. Ligero y poderoso con el capote, saliéndose a los medios por verónicas. Tranquilo y despacioso en la lidia, y totalmente artista con la muleta, con una colocación estupenda, y un trazo de muletazo prácticamente insuperable. No hizo falta la ligazón para llegar a los tendidos. Naturales de carteles de toros, sencillez y armonía perfecta en cada uno de los cites, suaves y acompañados. Una delicia de faena abrochada con destellos por bajo. La espada dejó la faena sin oreja.
Ante el sexto fue imposible. Parado de salida y deslucido a más no poder. Aún así pudimos vislumbrar algún que otro muletazo sentido y profundo. Porque recuerden, no hay cosa más sentida en el toreo que la naturalidad, y Urdiales va sobrado.

Sevilla se perderá a este torero pero las tres tardes en Madrid apuntan muy alto. Ojalá haya suerte porque la plaza estará con él.

Un saludo

Borja González.

martes, 17 de marzo de 2015

TRAGICOMEDIA FALLERA (Crónica de 4ª Fallas 2015)



Foto: Arjona

El Soro cumplió el sueño en un espectáculo de emociones y aires festivos. 25 años de alternativa para Ponce y nuevo K.O de Juan Pedro en Valencia.


Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas.
Cuarta de abono. 16 de marzo de 2015.
Toros de Juan Pedro Domecq (3º bis) para:
-       Vicente Ruiz “El Soro”: oreja y dos vueltas tras petición.
-       Enrique Ponce: oreja tras aviso y saludos.
-       José María Manzanares: silencio tras aviso y ovación tras petición.
Entrada: Lleno

Notas de interés:
-       El Soro llegó en calesa desde el hotel.
-       El festejo comenzó cinco minutos tarde tras el retraso de los diestros.
-       Entrega de una placa a Enrique Ponce por sus 25 años de alternativa.
-       Los tres toreros saludaron antes de lidiar sus toros.
-       Al finalizar el festejo el Soro fue paseado a hombros aún no teniendo las dos orejas.

Los toros de Juan Pedro Domecq no merecen el más mínimo sitio en esta crónica. Todos ellos por debajo de la presentación que merece una plaza de primera. Inválidos, descastados y nulos para la tauromaquia. Preocupante que ante un torero cojo y sin condiciones físicas no haya habido ningún percance. Eso da muestra del tipo de toro que estamos criando y la peligrosidad de los mismos. De auténtica vergüenza.

Antes de comenzar mostrar mi respeto y admiración ante un hombre que tras tantas adversidades ha logrado su propósito de vestirse de luces en su plaza de Valencia, pero aportar que esto debe quedar como algo aislado, y que para estos actos existen festivales, que no corridas de toros, que permiten saltarse a la torera cosas que una corrida nunca debería perder, la seriedad e integridad en todo lo que suceda.

No era una corrida cualquiera, eso era sabido por todos los que hoy presenciábamos esta histórica y festivalera tarde de fallas, en la que el Soro volvió a congregar al público más disparatado. Un continuo chiste de jadeos y comedia con el beneplácito de un tendido al que bien poco le importó el toro, protagonista que hoy quedó en quinto plano, pasando totalmente desapercibido por el coso cada vez más perdido de Xativa.

El Soro desataba la locura de los tendidos con innumerables gestos de entrega y descontrol. Una sinrazón que se apoderó del veterano ya desde el mismo paseíllo, con aires de alegría y seguridad, fiesta y descontrol, y que se acentuaría más adelante con el fácil control de la escena ante el bomboncito de Juan Pedro, colaborador y bonachón desde que salió por toriles, como maquinado o quién sabe si manipulado por un tercero, para no molestar ni lo más mínimo a un Soro que con agallas y nulo sentido del toreo puso en pie a sus condicionales. Animoso saludo capotero, meritorio e increíble tercio de banderillas y totalmente penoso con la franela, sin poder ni mando, pero con la alegría y creencia suficiente como para permanecer en pie. Oreja cariñosa de un público que le esperó en todo momento.

Con el cuarto cambiaron las cosas. Animal más ofensivo, encastado en su justa medida y con movilidad suficiente como para desarmar los ideales de aquellos que veían en Soro un torero de futuro. Se fue sin pensarlo y con silla en mano a la puerta de chiqueros, entre el asombro de algunos y el pánico de muchos otros. Cojones tiene el señor y ganas de llamar la atención también, imposible negarlo. Como de mérito y carácter fueron los dos pares de banderillas, dando ventajas al toro, para luego reunir, es cierto, a toro pasado. Montoliú fue el invitado a la fiesta de ese tercer par. Y si torero y añejo fue el recibo muletero en el tercio, desastroso y acongojado fue el trasteo por ambas manos. Un sinfín de trapazos inseguros, con cero acople y poca serenidad, estando constantemente a merced del toro, y recibiendo una voltereta horrenda en la suerte suprema, de la que se salvó de milagro. El resultado fue satisfecho para él, a pesar de no haber cortado esa oreja que pidieron sus paisanos, que vieron como llevó por bandera, nunca mejor dicho, la patria de su tierra. Vuelta en hombros y tres vértebras fracturadas para estar unos meses de baja. Espero que esto quede aquí y que la temeridad no llegue a algo peor. No podemos permitir que la tauromaquia quede en esto.

Ponce y Manzanares fueron participes de esta charlotada, porque en todo momento esto no debió pasar de un mero festival. Cómplices por tanto de esta gatada del señor Juan Pedro, impresentable para plaza de primera y totalmente podrida en cuanto a condición. Un desfile de inválidos, con caras lavadas y terciadas, de irreparable fuerza y con menos violencia que el pobre Papa. Un sinfín de borregos, que causaron el bostezo de más de uno. Pues bien, a lo tonto cobraron y nos la colaron.

Y que me explique alguien qué manera es esta de que un señor con la categoría de Ponce celebre sus 25 aniversario. ¿Quién fue el lamentable que preparo este circo para conmemorar una historia tan presente como la del maestro de Chiva? ¿Se puede hacer y planear peor? Porque sus dos oponentes fueron auténticas vergüenzas. Si desclasado por malo fue el primero, borreguil y chochón fue el segundo, ambos rematados tras aseadas faenas de horribles bajonazos. Incomprensible el tanto que se apuntó en el primero, cortándole la oreja.

Manzanares, vestido de luto, tuvo la “hombría” de pegarse el arrimón con el vergonzoso sobrero jabonero, animalejo vacio y flojo, que permaneció en el ruedo baboseando y reculando ante la estampa del bello, quien no anduvo fino con los aceros. Algo más se movió el sexto, colorado y simple de estampa, de condición boyante y nulo fondo. Derechazos lineales y descargados, y de nuevo pésima mano izquierda del alicantino, que sigue sin superar sus errores. Se fue sin premio de su querida Valencia.

Y a todo esto Curro Javier sopló dos pares de aúpa a este sexto, entre la indiferencia del público, que ni se dignó a hacerle saludar. Ahí es donde se contempla la afición tan grande que tuvo en el día la afición valenciana.

Esto fue todo en la tan esperada vuelta del Soro en Valencia. Una tarde de emociones y desvergüenzas, y con una cosa clara, el toro de las figuras es capaz de no desbancar ni a una persona con movilidad reducida. Ese es el toro que estamos creando y defendiendo. Y ahora que me digan qué argumentos doy yo a un antitaurino después de ver como un toro muestra esa indiferencia y nobleza ante un hombre inválido. ¿Dónde quedará esa teoría de la lucha de tú a tú entre una fiera y un hombre valiente? ¿Dónde queda entonces el poder y la dificultad de un torero con un mísero trapo? Piensen argumentos porque esto se nos va de las manos.

Un saludo
Borja González.